viernes, 19 de abril de 2013

Narración inteligentemente mediocre, tras narración inteligentemente mediocre...


¿Cómo comenzaría este cuento Agustín si yo nunca estuve allí?, para indicarle que no me gustaban los carros, que hasta el momento, este preciso momento que tengo una cuerda en el cuello no entiendo la suma de números imaginarios, 1 más 1 para mí infinitas posibilidades al igual las que brindará esta cuerda. No no no.

-. Agustín no quiero ser tu personaje, no quiero ser algo más de autoayuda que de la nada vive y se supera, y vive como esclavo a final de cuentas, yo lo que quiero Agustín es la VIDA, VIVIR, no vivir…

El hijo de la chingada me quería poner en un cuento en el que yo era alcohólico, por favor, nunca, nunca dejaría de serlo, así como lo infinito de lo que conocemos, así como la extensión de díos yo no quiero serlo.

Él mi personaje surgió de la nada, de uno de esos días de aburriemiento, y en los cuales estaba mediocremente pedo después de trabajar en un ambiente oficinista hostíl  un viernes por la noche como para hacer algo shakespeareano y dije;” ¿que demonios?, hoy, hoy quiero escribir autoayuda, pero mi personaje, el personaje de Agustín se salíó de sus casillas”.

-. ¿Cómo me arrepentiría de morir , mediocre-jodidoAgustín? Si la vida es una joda, a pesar de ser un “puberto” como tu jodida e ignorante boca lo escupe, aún así lo sé, como sé que tengo más madurez de la que tendrás en mil años.

-. 1000 años quizás,  lo sé pero en eso consiste todo, sé que Carmen tu novia hombecito sin nombre te dejó, tu noviecita de 18 años te ha dejado por tu patrón, que es la realidad, ó como tú dirías “la leche”, porque el mundo no es así, el mundo es, y ya, no entiendo por qué salirte de mi estructura y pretender ser independiente…

¿Sabes algo Joaquín?  ¡Ve a chingar a tu madre!...

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