jueves, 16 de mayo de 2013

Los universos que albergaba antes de salir.


El universo que albergaba mi cabeza se esfumó al poner un pie en la acera, y aventurarme a salir de casa, mi universo se deshizo, un apocalipsis ocurrió mientras caminaba bajo un cielo triste, lloroso y frío que cobijaba a mi malhumorada cabeza;

Desolación, sólo eso en las calles, y mi sombra y la resaca de borracheras anteriores; prostitutas, maricones, monjes budistas usando "naiki", niños en las escuelas lavando sus cabezas, matando su creatividad, su elocuencia, y eso no,
no es un crimen…

De algo se debe vivir a final de cuentas supongo,
ciertamente los universos que nuestras cabezas albergan no nos alimentan

(Y que lo digan nuestros padres ancestros ya muertos por la pereza pensante y los universos perfectos, los cosmos que había en cada surco de su masa encefálica)

Los ideales no nos alimentan

Lo único que nos alimenta es vendernos,

Perder la inocencia y ser como putas

Esperando alguna miserable recompensa

Por algún trabajo relativamente bien hecho,

Recompensa que

Apenas sirva para seguir desempeñando dicho trabajo

y para comprar nuestras drogas nuestros fármacos que curen

las golpizas que nos da día a día la (mi) vida

Y alimentar el mismo infinito círculo que nos atrapa.

Da la sensación que no somos más que pequeños engranajes dentro de una infinita y 

mortífera maquinaria.


Por lo tanto la vida carece de todo sentido.

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