El
universo que albergaba mi cabeza se esfumó al poner un pie en la acera, y
aventurarme a salir de casa, mi universo se deshizo, un apocalipsis ocurrió
mientras caminaba bajo un cielo triste, lloroso y frío que cobijaba a mi
malhumorada cabeza;
Desolación,
sólo eso en las calles, y mi sombra y la resaca de borracheras anteriores;
prostitutas, maricones, monjes budistas usando "naiki", niños en las escuelas
lavando sus cabezas, matando su creatividad, su elocuencia, y eso no,
no
es un crimen…
De
algo se debe vivir a final de cuentas supongo,
ciertamente
los universos que nuestras cabezas albergan no nos alimentan
(Y que
lo digan nuestros padres ancestros ya muertos por la pereza pensante y los
universos perfectos, los cosmos que había en cada surco de su masa encefálica)
Los ideales
no nos alimentan
Lo único
que nos alimenta es vendernos,
Perder
la inocencia y ser como putas
Esperando
alguna miserable recompensa
Por algún
trabajo relativamente bien hecho,
Recompensa
que
Apenas
sirva para seguir desempeñando dicho trabajo
y
para comprar nuestras drogas nuestros fármacos que curen
las
golpizas que nos da día a día la (mi) vida
Y alimentar
el mismo infinito círculo que nos atrapa.
Da
la sensación que no somos más que pequeños engranajes dentro de una infinita y
mortífera maquinaria.
Por lo
tanto la vida carece de todo sentido.
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