Ése balcón al que nunca salgo espera por mí
Así como yo espero al interior de mi lúgubre habitación
ver fluír la vida;
Ambas esperas son vanas
Sin embargo ahí vámos por la vida
Creyendo lo increíble
Esperando lo inesperable…
(¿cuál espera tiene mayor posibilidad de concretarse?)
Ése pequeño al frente de la calle
Espera que su canceroso perro mejore
Yo espero ver crecer las flores
En mi yermo jardín,
Nunca ver morir mis ideales
Ni a los míos
en éstas áridas tierras
Ambas esperas son vanas,
Y aunque dicen que la esperanza sólo prolonga el sufrimiento
¿No es acaso la esperanza el motor de la vida
O somos ingenuos?
Nos gusta dulcemente sufrir…
Pórtico de la Iglesia de San Miguel en Estrella (Navarra, España) |
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