jueves, 17 de abril de 2014

Me gustaría tener las esperanzas
de los jóvenes que deambulan como
germen por el mundo.

Mi garganta sangra
me aprietan pájaros guardianes invisibles
de la vida por el cuello,
quieren que perezca, pero no cedo;
mi queja por mí hablará.

Estoy destinado a esto,
es mi única convicción...

A todas partes llevo la soledad conmigo
y cuando llego a algún frecuentado lugar
incluso los solitarios me repelen y dicen;
"ya llegó el solitario"
Por no endiosar ni alabar a nadie
¡no!,
No quiero.

La vida es cada día
Necesidad
Y no hay caminos correctos (sólo al final lo sabes)
basta con vender la libertad y las convicciones

Nunca ha habido afuera lo que nos prometieron:
misterio,
novedad
ó esperanza,
o todos esos Dioses que enjuiciarían
las injusticias que sobre vivos-muertos caen
sólo lo ordinario.

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