sábado, 22 de septiembre de 2012

Caminata...




Ella me mira, mientras sostiene sentada el árbol junto a una sonrisa, la más hermosa que mantiene y se posa en su rostro, y el sol cae como líquido amarillo sobre su cuerpo, hermoso cuerpo, mientras exhibe involuntariamente su belleza y hace que se merme la demás belleza del sitio, pasando a ser el máximo adorno involuntario del lugar mientras espera.…

En tanto yo camino, me salgo del único camino que circula por todo el parque, para entrar en un sendero de pasto. Camino pesado como sin ganas, no miro y cada paso que doy es un aproximamiento que no quiero dar, una meta cada vez más cercana a la cual no quiero llegar, porque cada paso que pasa es un futuro que forjo, una alternativa diferente a lo que pasará, una vaga alternativa, imagen mental que construyo, a las miles de alternativas que brindan las alternativas los destinos, las dimensiones, lo impreciso; casarnos, sólo juntarnos, sólo morirnos, juntos más juntos, son quizás esos momentos en que me aproximo los más eternos y efímeros de mi vida, pero también los más profundos, hasta que a ella llego, entonces sólo acerco mis labios a sus labios, nuestra forma de comunicarnos, de decirnos todo y ahí me pierdo, y vuelvo a comenzar, siempre construyendo futuros dejando escapar el presente.

Entonces ella corre, se va...

22/09/2012

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