sábado, 13 de octubre de 2012

MÁQUINA DE ESCRIBIR


Algún tiempo tuve una máquina de escribir que cargaba tan pesada por largos caminos empedrados y solitarios, tan vieja y cansada, con su tac tac tac continuo sin sentido, te preguntarás acaso por qué te cuento esto, y por qué no hago otra cosa en su lugar. Verás dicha máquina tuvo un trágico destino y aunque sé que poco importa, tal vez te interese, ó algo similar te haya sucedido.

Todavía recuerdo el día en que pereció, tan nueva, pero vacía de vida, para ser sincero nunca escribí en ella al menos en el sentido de la “real escritura”, creo que más bien ella en mis dedos escribía, iba atormentando mis dedos. Siempre esperaba el típico tín “campaneante”, cuya indicación era el fin de un ciclo, el comienzo del otro que sería igual, repetitivo, un párrafo, el otro, y lo mismo. Durante largo tiempo con ella tomé cursos de mecanografía, las horas eran eternas, el tiempo se congelaba entre cada;

JAFA FAJA JAFA FAJA JAFA FAJA JAFA FAJA…. Ó ejercicios estereotipados análogos…
Y si por casualidad surgía un error era casi tan trágico como una larga enfermedad terminal, en el que se espera siempre el momento de la muerte, nunca viviendo totalmente; sacar la hoja, desecharla y comenzar de nuevo.

Creo que eso no le gustaba para nada a mi vieja máquina Olivetti, por eso cada vez le veía arrinconada, triste vacía, ahora lo comprendo…

Todo sucedió un día Domingo, (no quiero entrar mucho en detalles) terminó la vida de aquella vieja máquina, creo que ella lo provocó, llamémosle suicidio.

Te cuento la situación; decidí salir a convivir por un momento a tomar algunas bebidas, cuando iba justo en la tercera recibí algunas llamadas desconocidas, nunca solía contestar llamadas desconocidas hasta después de aquél trágico día (ahora contesto toda llamada).

Por la noche al llegar a mi casa encontré ahí sin vida a mi máquina, vieja máquina achicharrada, junto con mi casa, penetrada por el vago olor a humo y vestigios de fuego, la ví ahí reducida a cenizas, vaya cabrona máquina pensé que forma de suicidarse, tenía agallas, sobre sus rastros inmolatorios había una nota suicida, era una hoja en blanco medio quemada, en ella nada se leía…

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