La materia no se crea ni se destruye,
sólo se transforma
Recuerdo
aquél día en que morí, atrincherado en una barda, fusilado por aproximadamente
6 militares al mando de un General, es lo único que recuerdo, lo demás no a la
perfección, mucho menos de memoria, sólo sé que fue quizás en la Revolución
Española, la Mexicana, ó la primera guerra mundial (ó en cualquier otra batalla
del siglo XX), convirtiéndome así en un exrebelde español, mexicano, ó un judío
según sea el caso, ó desde un aspecto más general en un anti fascista.
Recuerdo
también los últimos instantes antes de mi muerte, cómo el sol iluminaba mi
rostro como queriéndome salvar ó al menos los últimos instantes hacérmelos
amenos dedicándome, haciéndome tributo con sus hermosos rayos, junto con ello
asimismo recuerdo el dolor de cada bala, como estas penetraban tibiamente mi
“china” y temerosa carne, pienso quizás se asemeja dicho dolor al de este
hierro que me acaba de marcar el cual ha despertado en mí dicho recuerdo.
Sí,
si se lo preguntan, ahora soy un ternero, quizás pronto lo olvide y me olvide
ya que sea depositado en una sartén en un restaurant ó una parrilla
dependiendo, posteriormente ser tragado, claro primero matado sin sufrimiento,
es al menos lo que he escuchado en mi vida anterior; en los rastros se mata sin
sufrimiento, al parecer tratan de imitar un tipo de eutanasia, pero ese no es
el punto.
Si además se preguntan dónde anduve, ó que hacía mi alma (por decirlo de manera que
universalmente se entienda, ó esa sustancia trascendental) mientras estuve
muerto, ó más si hubo un Dios, lo único que con certeza puedo decir al respecto
es; Hubo una gran nada. Y es absurdo decirlo porque todo, lo único que había
eran partículas conocidas como “recicladores de almas”, esas mismas condenadas
que todo lo originaron partiendo de la nada, esos cientos de dioses que son
todo y nos conforman, junto con esa ilusión que nos obsesiona: el tiempo, haciéndonos en efecto prácticamente dioses.
Dichas
partículas al parecer no son tan inteligentes pues olvidaron borrar todo
vestigio de pensamiento ó memoria en mí…
D.D.
16/08/2012
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