lunes, 31 de diciembre de 2012

Erosión



 Y en que difieren mis sueños de los demás idealistas que andan arrastrándose por el mundo, que acuden a tertulias de odio a la vida, cayendo al horizonte como yo, por qué he de ser más especial que aquél vago, ó el político corrupto, por qué habría de orbitarme el universo, ó ser un tópico de moda. No no quiero…

Los días me tragan y aderezan con soledad, con un amanecer constante entre resaca y resaca y el infernal sol como tratando de quemarme al yo resguardarlo, por rendirle tributo fiel esclavo y guardián noche tras noche entre exceso y exceso.

Los sueños me dejan en las manos del terrible insomnio, brindándome sólo una almohada, llevando como relleno mi absurdo pensamiento de que algún día finalmente colapsaré, y que soy nada (bueno ya es algo)

Busco en mis bolsillos y no encuentro más que mi mediocre existencia condenada  a la insatisfacción al lado de unos cuantos centavos que encontré al cruzar la calle justo en el pórtico de la casa que tanto deseaba y ahora yace erosionada… Existencia con la cual no puedo comprar ni siquiera un buen trago de licor barato, mucho menos otra existencia, la entrada al cielo es barata, banal, pero imposible…

He tratado de vender mi alma, el diablo nunca ha acudido a mi llamado, por ende esta se encuentra entelarañada, empolvada por nunca sacar a relucirla, erosionado mientras le voy arrancando mis días al calendario, como alguien me arranca los cabellos, y las ganas de otro día... 

Y no hago nada, pasa otro año y no hago nada, mi cabeza se llena de cabellos blancos, mi rostro de arrugas, así mismo imagino la fealdad de mi alma, eso es lo único que pasa…

A final de cuentas qué hacer con la vida, si con ella nada se hace y no son mis sueños y mi pensamiento sino un gran golpe en los testículos, un gran dolor de cabeza...

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