martes, 27 de diciembre de 2011

TIEMPO


Rodeado de días lentos y habituales
Con el pasar de los años se tornan rápidos y significantes
En búsqueda de un confortante refugio mientras me consumo
Pretendiendo visualizar tu belleza

El tiempo pasa lento, es preciso buscar refugio alguno
Inmigrando hacia tu aposento, hacia el interior, ser parte de tu exceso
Caminar eternamente por espacios inmaculados,
Lo sé, he encontrado algo perfecto, algo casi sagrado.

Desolaciones imperceptibles ahora forman mi ser,
Un pequeño pueblo jamás antes había sido llenado,
Ya no hay desolación, espera un poco, es el tiempo
Nada parece impreciso, ahora todo es efímero

Tomados sin necesidad de posesiones
Vagando eternamente, hacia verdades, por caminos adyacentes
Alcanzando a precisar el paralelismo que nos acompaña
Como dos jóvenes almas rebeldes que jamás han sido encontradas

Nadaremos a través de este gran sendero impreciso
Alcanzando el punto objetivo de dos entes en hastío,
Nadando, acompañándote al fondo de tu alma,
Percatándonos que el tiempo es realmente nada…

DEE DEEED 23/11/45

viernes, 16 de diciembre de 2011

sólo con certeza no sé...

Sólo soy los ovarios, óvulos de mi madre,
sólo soy los espermas, testículos de mi padre,
sólo soy la mierda circundante
sin sentido alguno...

Sólo soy la mierda animal,
producto evolutivo...
mierda, consumo, mierda que cultivo,
en mi vientre, en el tuyo...

Me pregunto, me pregunto...
mierda, oh mierda me consumo....


pd.
y me ¡agrada!

domingo, 4 de diciembre de 2011

Vida Impresa

Teorizar para el amor,
Me he hecho un tatuaje desde mi nacimiento, que no ha desaparecido…
Creo que la tinta no es de plomo, sino de vida…
Lleva todos los pigmentos,
Absolutamente Todos los que vez, los que te puedas imaginar,
Al igual las formas que corren por todo mi cuerpo…
Vida Daniel vida.
Grito por las noches, mi madre me lo dice
¡Belcebú, Belcebú!, no me preocupa,
Un concepto más que adquirí en la tierra
de los hombres…

El tatuaje me ha contaminado,
Mi “espíritu, mi sueño, y mi hambre”
Si a fin  de cuentas he de perecer
Que corra la vida y el plomo por mi sangre…


Viaje en el camión


Yago sentado, siempre previniéndome un asiento en lo que parece el viaje más largo que hago a diario, y que realmente es el regreso a casa.


Cansado, hastiado del día, nótese día, final tormentoso, preparándome para el siguiente viaje.
Pasan miles de cosas por mi cabeza, me doy cuenta en esos momentos, sólo en esos tengo abominables, y fructuosos universos en algún lugar, en algún surco dentro de mi cerebro. Llego a pensar que tengo ideas “tan geniales”, que me gustaría tener todo una biblia para poder plasmarlas, pero no lo hago.


Tomemos en cuenta, es una hora un poco tediosa, al menos desde mi perspectiva 19:00-20:30 al parecer, la nicotina me ha dejado hastiado, sólo 2 cigarrillos, tal vez tres, no más.


Comienzo a pensar conforme se llena el camión, nunca me sentí más sólo, aún acompañado por cientos de personas, me encuentro en un estado estuporoso, algún tipo de parálisis, no soy mi cuerpo, sólo mi mente, me percato corre peligro mi espacio vital, y nunca fue de mejor manera expuesta la lucha por la sobrevivencia, adaptabilidad al medio, sólo los mejores sobreviven, aquellas personas que luchan desalmadamente por un asiento, un lugar en el transporte.


Lo único que quiero lograr es estar en casa, después de tanto tiempo, una eternidad permítaseme enunciar que he sido extrínseco a ella.


Me puedo percatar también del no paradigma de la vida, que todo, todo (énfasis) es realmente relativo cuando de pronto se reproduce un jazz de Miles tranquilo para el alma, pero agresivo y tal vez ofensivo para los demás. Entonces ha comenzado el trayecto.


Experimento entonces cientos, miles de emociones respecto al mundo, a las personas, cosas animales que en algún punto considero hostil, incluso enfermizo. Dejo fluír por un momento y paradójicamente toda la misantropía y benevolencia, altruismo que existe en mi interior.
Evoco revoluciones, independencias, naciones, dioses, religiones, al mismo hombre, y la pregunta constante sale a flote.


¿De qué demonios sirve todo esto?


Aprecio mi cuerpo y el cuerpo de los demás como un objeto raro e inexplicable, como un ente contingente contaminante, entonces digo; “vaya el alma debe ser realmente costosa”


Pasan aproximadamente 20 minutos, tal vez más, tal vez menos, me percato que me he cansado de estar sentado, pero atención, no quisiera estar de pie, y menos con tantas personas entonces me percato, el hastío y la no organización se hace presente.


Un momento, (repentinamente atravieso la misma avenida que he transitado por mucho tiempo, tal vez siglos, milenios ó más. El pensamiento el mismo para ser preciso vuelve a aflorar:


Sutilmente comienzo a percibir mi entorno, me doy cuenta de mi propia realidad, preciso cientos, cientos de cosas diferentes las cuales son pertenecientes a una misma categoría, por ejemplo: Casa, carros, ropa, identidad, esencia (que pocos son conscientes de ella pero todos la tienen) y demás.


Es así como me pregunto si me he equivocado de planeta, ó si todas las personas piensan igual exceptuándome, ¿vivimos realmente conformes?, ó es la imposición, la meta fría y fuera de todo sentido de querer siempre más, entonces siento tremendas ganas de gritar: ¡percatémonos realmente nada poseemos, sólo la idea!, ó en su defecto detonar una gran bomba de napalm que he construido en mi interior.


Probablemente suena ridículo, pero esa tristeza como consecuencia de decadencia me la trago, y la convierto en sonrisas, en la imagen que proyecto a los demás.
Ya mero llegamos hemos atravesado el tormentoso cerro, tal vez la peor zona de la ciudad hablando de infraestructura, pero donde las personas al menos desde mi perspectiva viven de acuerdo a la ley natural.


Sólo quedan los últimos segundos de mi soundtrack, al menos el soundtrack de mi vida (ó ese camino, pequeño fragmento de mi vida, que es vida mientras lo vivo), se le arrancan las últimas y relajadas notas a la trompeta, acompañada por un melancólico pero fuerte piano. Prepararme para el día siguiente es lo que pienso…


Rebobinando, nunca realmente he entendido por qué regresar a un rumbo fijo, por qué no tan sólo caminar, caminar y caminar, imponerte verdaderas metas, y no metas inentendibles, dadas a conocer, y seguidas ciegamente por los demás. Adquirir un puro y verdadero conocimiento.


Entonces me hablan: Daniel es hora de tu medicamento, despierto lentamente, me encuentro atado de pies y manos, dos hombres acompañan a una enfermera que me administra una inyección vía intravenosa que me relaja, realmente me relaja el color blanco, pureza en mi ropa, en mi entorno, nunca, verdaderamente lo digo nunca estuve ni recibí mejor atención que en este hotel…


D. D. 04/12/2011