domingo, 31 de diciembre de 2023

PEÓN

 

Una vez más, en medio de esta guerra

Trataré de sobrevivir.

¿Habrá algo más allá de ése horizonte claro oscuro?

¿Algún fin menos vano que el objetivo de llegar a ser Reyna

Avanzar casillas

O capturar al rey?

 

¿Tienen rostro esas manos

o podrá ser nombrado

Quien sobre nosotras piezas de mármol

O plásticas su voluntad ejerce?;

 

¿Dios, el diablo?

 

Dentro de unos minutos

La guerra habrá acabado,

Triunfantes o no el fin de blancas y negras

Será el momentáneo ocaso

Para después volver a la batalla.

lunes, 25 de diciembre de 2023

Lucero del alba

 

No dejes que el quebranto de la noche

Horade tu coraza

Afuera el frío es seco,

Alberga en tu corazón que es fuego

tu nitidez

 

No hay blanco sin negro

El cielo por sí solo no es.

¡Espera!,

Ya vendrá la estrella de la mañana






domingo, 8 de octubre de 2023

Televisor

 

Con cada imagen que acontece

Se nos va la vida

Una suerte de veneno

Son los caudales por los que se descuelga el tiempo

Lo que vimos, vivimos hoy,

no lo veremos de nuevo.

 

No existe fuerza

Que pueda apresarlo, si no es una grabación

Nuestra memoria no es perpetua,

Y la noche en medio de intermitencias

llama.

domingo, 25 de junio de 2023

Cosas

Hay cosas en la casa que tendrán más permanencia de lo que solemos suponer


Los cimientos,

Las rocas,

Los poros de las mismas,

Tu retrato de hace años en una de las paredes y el tornillo que la sostiene

Que han soportado mil temblores diarios

Y el paso de las estaciones.


La vida es efímera…

domingo, 30 de abril de 2023

Verdadero Viacrucis

 

La procesión había concluído en medio de aquél dia soleado. Quedaban restos de barata madera los cuales instantes antes formaban parte de la cruz en la cual falsamente habían crucificado a un falso Jesús.

La noche había sido larga: una cerveza, llevó a la otra, y a otra, la visita a aquél antro nocturno había llegado al desenlace de siempre;

“Hola Guapo,  me invitas una cerveza?”, por poco me creo lo de guapo, súbitamente surgió a mi cabeza preguntarse si aquella joven chica con nalgas de orangután vería bien. Hoy no cariño, dije enseguida.

¡vete a la mierda carajo! Escuché en medio de aquella algarabía.

No haré larga la historia, así que iré al grano;

De pronto, todas las luces se apagaron, hasta que me di cuenta de que me encontraba ahí, bajo el sol radiante primaveral, en medio de aquél viacrucis acabado junto a una botella acabada de karat (quienes lo hayan probado sabrán).

Intenté rápidamente incorporarme, pero notaba un agudo dolor a la altura de las costillas del lado derecho, esperé un momento sentado en la banqueta, antes de hacerlo.  Por fin me incorporé, tomé mi rostro y noté que en esta ocasión no había sangre, ni hinchazón.

Levanté aquella acabada botella de karat, puse su boca sobre la mía intentando sacar al menos una gota, pero nada.

Comencé a caminar, a atravesar aquél pueblo en el que había amanecido buscando cualquier tipo de orientación o abasto, y por abasto hago alusión al señor alcohol.

Después de andar rondando por aquél lugar durante casi dos horas, con casi rabia desvalido de toda esperanza, metí la mano en mi bolsillo por inercia, y ahí lo tenté, un plástico, saqué la mano y era ¡un billete de 1000 pesos!

Miré de nuevo la cruz en la plaza frente a la iglesia, desolada, desprendiendo sus pedazos de madera podrida,  el sol comenzaba a ceder, al igual que los visitantes.  

Para mis adentros pensaba:

Mañana será sábado de gloria…

domingo, 16 de abril de 2023

Construír un ecosistema

 

Recuerdo en segundo grado el libro de ciencias naturales dictaba habría que construir durante el lapso vacacional un ecosistema, y así lo hicimos a cuatro manos junto con mi abuela. Después de aquellas vacaciones de primavera no me fue posible regresar a clases.

Una pequeña botella era necesaria, e introducir en ella todo tipo de elementos vivos , eso decía el libro de texto, y así lo hicimos. 

Bastó con un pequeño paseo por el jardín que dí con mi abuela para recolectar hormigas, todo tipo de insectos en general, insectos de tierra, aereos, aereodinamicos,  algunos depredadores, una mantis para controlar la natalidad.

La vida en aquel pequeño ecosistema  por algunos días fue de maravilla, fui testigo de la reproducción en masa de insectos menores; hormigas armaban sus colonias de un lado del frasco, cochinillas y lombrices por el otro, detrás de todo aquél tumulto aislada se quedaba la mantis acechando.

Al paso de los días cuando escaseó la comida que yo mismo les daba, vi a la mantis desaparecer y con ello todo empeorar; los animales de su misma especie unos a otros se devoraron con diligencia, aquello era un espectáculo atroz! Lombrices comiendo lombrices o lo que se les cruzara, dudaba que los animales pudiesen ser caníbales, aún más los insectos, pero así parecía ser, ya que lo mismo hacían las hormigas y a su vez toda especie con un rastro de vitalismo en aquel antro.

La adaptación a aquél hostil ambiente por parte de los insectos incrementó, con el paso de los días me percaté que necesitarían mayor sitio, pero lo omití.

Fue hasta que después de una tarde de primavera regresé a casa, giré el pomo de la puerta, y ahí miré el cuerpo de mi abuela ¡decapitado!, su cuerpo sentado mirando el programa como solía hacerlo durante las tardes, ese cuerpo ya sin vida rodeado e invadido por los insectos de aquél ecosistema antaño construido, por los días erosionado: !se habían colado sus especies!

No fue posible habitar nuestra casa después de haber construido aquel  pequeño ecosistema.

domingo, 9 de abril de 2023

Un día para recorrdar

 

Habíamos acordado acudir al suculento balneario en familia el primer domingo de vacaciones. Yo había tratado de postergarlo.

Los domingos siempre son pésimos días si uno acostumbra a beber los sábados. Quien acostumbra hacerlo acordará  conmigo.

05:00 am, comenzaba a sonar el despertador, el presagio de que el plan se concretaría; eran los switches de los focos encendiendo y apagando, pisadas rápidas por todo el lugar, el sonido del wáter tragando agua tempranamente a su vez.

¡Alístate!

Por quinta ocasión me decían al unísono mis padres.

Para ser franco aquellas reuniones jamás me habían agradado. De las idas a los balnearios sólo me queda el recuerdo de la dermis quemada, y una fatiga insoportable después de aquellas jornadas por algunos tan añoradas.

De aquello recuerdo el fatídico intento de los padres o los tíos según el caso intentando encender el carbón para cocinar, la conducta histérica de las tías o madres tras haberse percatado de haber olvidado algún esencial ingrediente para la cocción de la mierdera carne. (qué habrían pensado nuestros ancestros de nuestras conductas)

!Alístate,  sexta llamada! a mi puerta, y yo pensando; ¡ni una mierda!

De momento entre aquella resaca de madrugada me vino a mente, en aquél momento sería preciso ser un objeto impreciso para que así dejasen de molestar.

 

¡Puta madre, siempre lo mismo! escuché una voz furiosa, seguido el auto familiar arrancaba…

 

No pude más que sentir felicidad, me habían dejado, eché un vistazo al reloj, las 06:00 a.m, me dormiría por otro par de horas.

El sol traspasaba por mi ventana, tomé el teléfono: las 12 horas, varias llamadas perdidas de mis familiares. Por un momento pensé lo peor. a menudo la resaca nubla las ideas de uno e incluso a nivel fisiológico produce ansiedad o un efecto similar a la rabia.

Bajé los peldaños para llegar hasta la cocina, tenía varios mensajes en el mobil, pero no quería mirarlos sin antes beber un poco de agua. Abrí el frigorífico, encontré una caguama a la mitad, y le di un largo trago.

Abri la puerta, eché un vistazo a la cochera, posteriormente tomé asiento, y ahí miré el carbón, cerrado, intacto, justo debajo del azador.

Aún quedaba un poco de cerveza en aquel envase, pensé; ¡éste será un día para recordar!

domingo, 15 de enero de 2023

A esta hora

A esta hora

pero de un día de mañana

estaré tomando una caña

 

A esta hora, pero de un día dentro de cien años

estaré muerto

y mis huesos serán solo eso;

cenizas, huesos...


A esta hora en ese tiempo

Quizás los caudales sigan brotando,

 seguirán su curso como hasta hoy lo han hecho,

o quizás no...


Esa es la vida, 

Esa fue la vida, 

no hay por qué preocuparse