domingo, 27 de septiembre de 2015

Cuatro saltos y un pequeño texto.

1-. Nada
2-.NAda
3-.NADa
4-.NADA...

Me esfuerzo todo lo que puedo, mis esfuerzos hasta la fecha no han sido lo suficientemente buenos, nunca son suficiente. Apenas despierto ya me siento perseguido por mi destino, cada paso, cada día es un atroz recuerdo que lentamente me conduce al lúgubre pórtico de la muerte donde nadie espera por mí…



domingo, 17 de mayo de 2015

Mayo

Entre una bruma ha transcurrido el año, en medio precisamente de una inutilidad a lo cual al menos hasta el momento han tendido todas mis acciones, todas justo ahí es a dónde ha de ir a parar. Me he forjado de ti un pensamiento que no puedo sacar de mi cabeza, una idea enfermiza, una obsesión que viene tomado mis meses como prenda desde Enero, soy como Aquiles tratando de cambiar la trágica historia, soy como Aquiles pretendiendo alcanzar a la tortuga, (todos sabemos cómo termina). Soy simplemente un hombre en la espera de lo que no llegará. Aun así me esfuerzo en seguir pensando que en algún lugar he de encontrarte, quizás en el momento menos preciso o en la situación menos favorable, pero simplemente un día independientemente de las circunstancias me gusta pensar que te encontraré, que nuestras anónimas miradas quizás se crucen y quizás digan más que incluso las palabras, que cada movimiento que observe el uno del otro servirá como evidencia en nuestro juicio. He pasado hoy de nuevo por tu casa como cada día resguardando la inútil esperanza de verte, de saber de ti. No sé el destino por el momento no ha atendido a esa momentánea y a la vez perpetua súplica (¿paradójico no?). Por el momento sólo me queda recordar aquella mirada, aquellos ojos cuya perfección quedó grabada de mala manera mi cabeza. Siento por el momento que mis palabras se agotan y que no soy claro, no tengo claridad, no he tenido claridad desde ya hace mucho no puedo pensar más que en lo mismo. ¿Para qué seguir en ésta absurda empresa si a cada paso que dé me sacarás por inercia tres?...

sábado, 11 de abril de 2015

Abril

Esta resaca de nuevo se me presenta, he caído mil veces en el mismo y profundo abismo, tan lánguido que he decidido de él no salir jamás. Las solemnes luces que me guiaban sólo sirvieron para engañarme, para llevarme por un mal camino y perderme en el amargo momento justo cuando más las necesitaba. Una flecha atraviesa mi cabeza transversalmente, dicha flecha ha sido infectada con los lúgubres jugos de la zozobra y la melancolía. Por el momento si el sol se cansa de salir es algo que ya no me interesa, pues ésta oscuridad será al menos para mí perpetua.


Dicen que el malestar no es eterno, hipócritas, ¡ése no es mi caso!, vivo de la limosna que me da la preocupación cada día, trago todo lo que me arroja el dolor y los rencores, ahí voy yo arrastrándome tratando de tomarlos con mis marchitas manos, pero éste deseo absurdo de subsistir apenas lo pienso ya se desvanece, se desvanece como turbia agua desangrándose entre mis dedos. Soy ajeno a mí por no tomar el control de mi vida,  por sentirme timado al no haberla deseado, y por hacer la misma apuesta todos los días cuando no hay otra opción que la pérdida, estoy vacío, de alguna u otra manera sé que volveré a casa, que al final volveré a rastras a ese infinito abismo del cual he salido...

D.D,  2015

domingo, 29 de marzo de 2015

Marzo

Podría pasar un siglo y yo seguiría exactamente donde mismo. Con cada muerte la vida me ha enseñado que no tiene nada deparado para mí, pues a pesar de mi corta existencia me da por sentir a modo irracional que ya lo he visto todo, o  al menos con precisión que no me queda ya nada más por mirar.

Cuando cae el telón todas las cosas van perdiendo el encanto, se van quedando sin ese maravilloso pigmento que durante la niñez las teñía, en fin sin ese maravilloso velo que las resguardaba, que a menudo nos engaña;

El mar, la lluvia, el sol, los días, todo ha perdido la gracia, los caminos recorridos y por recorrer sólo cansan incluso antes de iniciarlos. Siempre estamos donde mismo, en éste pedazo de tierra.


Dicen que el universo es inmenso, pero yo de eso no sé nada. 

Y YO, YO…  uno de los yoes, de tantos miles de millones que han vivido, Yo el peor de la estirpe, el que intenta lo mejor, YO, como esos millones que albergan esperanzas, sueños e ilusiones, que se empecinan por vivir, que se aferran a la vida, ese YO de los tantos yoes que acabaré no en otro, sino en el mismo lugar…