Esa difícil
costumbre de que esté muerto. Como Bird, como Bud, he didn´t stand the ghost of a chance, pero antes de morir dijo su
nombre más oscuro, sostuvo largamente el filo de un discurso secreto, húmedo de
ese pudor que tiembla en las estelas griegas donde un muchacho pensativo mira
hacia la blanca noche del mármol. Allí la música de Clifford ciñe algo que
escapa casi siempre en el jazz, que escapa casi siempre en lo que escribimos o
pintamos o queremos. De pronto hacia la mitad se siente que esa trompeta que
busca con un tanteo infalible la única manera de rebasar el límite, es menos
soliloquio que contacto. Descripción de una dicha efímera y difícil, de un
arrimo precario: antes y después, la normalidad. Cuando quiero saber lo que
vive el shamán en lo más alto del árbol de pasaje, cara a cara con la noche
fuera del tiempo escucho una vez más el testamento de Clifford Brown como un
aletazo que desgarra lo continuo, que inventa una isla de absoluto en el
desorden. Y después de nuevo la costumbre, donde el y tantos más estamos muertos.
Plasmando el mundo en estado comatoso desde los rincones de algún lugar llamado mente, similar a los infiernos que en mí descansan.
miércoles, 27 de junio de 2012
martes, 26 de junio de 2012
TODO: Por Charles Bukowski
Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo...
pero quizás necesitan
lluvia...
zapatos no
pero un lugar donde
caminar...
cigarrillos no,
nos dicen...
pero un lugar donde
arder...
O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da igual...
los muertos no me necesitan...
ni los vivos...
pero quizás los muertos se necesitan
unos a otros...
En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros necesitamos
y
necesitamos tanto...
Si solo supiéramos
que es...
probablemente
es todo...
y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo
o moriremos
porque no lo
conseguimos...
Espero que
cuando yo este muerto
comprendaís
que conseguí
tanto
como pude...
viernes, 8 de junio de 2012
El sueño de algunos...
Qué
necesita el hombre sino su propia muerte para por fin ser tomado en cuenta,
El
deseo que mantiene a tantos deseosos, la despersonalización,
ser
elevados, idolatrados por tontos
hasta
el punto de perder la poca libertad que se tenía y la dignidad.
En
cambio
Qué necesitamos nosotros los verdaderamente vivos
sino un pequeño espacio apenas donde morir, donde caer sin marchitar la tierra.
Un
lugar tranquilo donde sea más amena la espera...
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