miércoles, 27 de junio de 2012

Clifford Brown Por Julio Cortázar




Esa difícil costumbre de que esté muerto. Como Bird, como Bud, he didn´t stand the ghost of a chance, pero antes de morir dijo su nombre más oscuro, sostuvo largamente el filo de un discurso secreto, húmedo de ese pudor que tiembla en las estelas griegas donde un muchacho pensativo mira hacia la blanca noche del mármol. Allí la música de Clifford ciñe algo que escapa casi siempre en el jazz, que escapa casi siempre en lo que escribimos o pintamos o queremos. De pronto hacia la mitad se siente que esa trompeta que busca con un tanteo infalible la única manera de rebasar el límite, es menos soliloquio que contacto. Descripción de una dicha efímera y difícil, de un arrimo precario: antes y después, la normalidad. Cuando quiero saber lo que vive el shamán en lo más alto del árbol de pasaje, cara a cara con la noche fuera del tiempo escucho una vez más el testamento de Clifford Brown como un aletazo que desgarra lo continuo, que inventa una isla de absoluto en el desorden. Y después de nuevo la costumbre, donde el y tantos más estamos muertos.

martes, 26 de junio de 2012

TODO: Por Charles Bukowski



Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo...

pero quizás necesitan
lluvia...
zapatos no
pero un lugar donde
caminar...

cigarrillos no,
nos dicen...
pero un lugar donde
arder...

O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da igual...

los muertos no me necesitan...
ni los vivos...
pero quizás los muertos se necesitan
unos a otros...

En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros necesitamos
y
necesitamos tanto...
Si solo supiéramos
que es...
probablemente
es todo...
y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo
o moriremos
porque no lo
conseguimos...

Espero que
cuando yo este muerto
comprendaís
que conseguí
tanto
como pude...

viernes, 8 de junio de 2012

El sueño de algunos...


Qué necesita el hombre sino su propia muerte para por fin ser tomado en cuenta,
El deseo que mantiene a tantos deseosos, la despersonalización,
ser elevados, idolatrados por tontos
hasta el punto de perder la poca libertad que se tenía y la dignidad.
En cambio
Qué  necesitamos nosotros los verdaderamente vivos sino un pequeño espacio apenas donde morir, donde caer sin marchitar la tierra.
Un lugar tranquilo donde sea más amena la espera...