domingo, 6 de septiembre de 2020

Lentejuela

 

Se aglutinan unas tras otras, como pequeñas células para formar un organismo, cada una de ellas han de ser como letras, y ese es su trágico destino. Pienso puede que piensen lograr por sí mismas su independencia sin la existencia de otras. Y ¡claro que pueden hacerlo! pienso con absurdo entusiasmo…

Así es que la veo; arrejolada, varada, caída de algún artesanal bolso, cargado, o simplemente colada de una de la bolsas de lentejuelas que venden en la bisutería, ahí abandonada a su albedrío sobre la acera de la esquina.

Las huérfanas lentejuelas son efímeros sueños, figuras retóricas aisladas, desconocidas. Por algunos segundos pienso levantarle al momento de su brillo impactar mi ojo, pero no tengo ojos ni boca ni manos, ni siquiera existo, soy como esa lentejuela; nada, un pensamiento tratando de concretarse…