martes, 23 de abril de 2013

..

En alguna tumba de la desierta ciudad  yace un cuerpo
carcomido por los rastrojos del tiempo,
al igual que la madera que a éste resguardaban,
de las telas de su vestimenta no hay más, sólo plétoras,
cúmulos de nada...
Déjenle ahí descansar hasta que díos ó el diablo
con sus frías garras lo cojan, no se roben sus suspiros, ni
sus perpetuos silencios,
ese hombre mató lo que amaba y por eso tenía que morir...
así como todos los hombres simplemente matan lo que aman...

No hay comentarios:

Publicar un comentario